La vida es así, te da una de cal y una de arena. Cuando menos te lo esperas surge una oportunidad de esas que no se pueden rechazar y es como si te pusieran delante un botón con el que pudieras resetear aquello que no te hace falta.
El dilema aparece cuando tienes en tu vida algo importante que debes "dejar atrás", en este caso una persona por la que vives, y con esa decisión te das cuenta de si todos sus sentimientos son tan verdaderos como dice.
No sé como explicarle que yo siempre estaré ahí, que no debe temer por nada, no sé como explicarle que es algo que necesito, que yo con él me iría al fin del mundo pero ahora soy yo la que se va con él ocupando todo mi corazón.
Quizás esta sea una manera de comprobar si nuestros sentimientos son fuertes como creíamos, tan sólo espero que no cambie nada porque yo sin él...no sé como definir esta sensación, podríamos decir que me siento incompleta.
Y sorprendida porque pensaba que él no leía esto, aprovecho y digo: Sí mi vida, va por ti.
Te quiero, y tu eres la persona que me hace soñar con un futuro perfecto.
Y aunque parezca típico tu haces que quiera ser mejor persona, porque sólo por ti intento ser perfecta aunque la perfección no exista, tu haces que la busque constantemente.
No es que te vaya a esperar, es que siempre estaré ahí.
sábado, 10 de abril de 2010
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