Suele pasar que nunca te habías parado a pensar en algo, y cuando lo haces, de repente ves por todo cosas relacionadas con ello. Y lo que ronda ahora mismo en mi loca cabecita es escaparme con ella, y subir hasta la torre Eiffel aunque sea en ascensor... pero realmente no es eso lo importante. Lo más importante es ella. Una amiga de esas de verdad. Y no estoy de acuerdo con aquello que dicen que el amor y la amistad van por separado, porque no creo que pueda existir una amistad sin sentimientos de amor.
Para quererla hay que entenderla, saber llevarla. Ella es una persona tan especial, que en este momento es la única con la que me imagino de mayores. Me ha aguantado tanto y siempre ha estado ahí, que nunca sabré agradecerle todo lo que ha hecho por mi.
Hace que un burguer en el coche sea especial, porque consigue sacarme sonrisas cuando no me apetece más que llorar. Cuando se pone filosófica inspirada por aquello que tanto nos gusta compartir y aunque no siempre, normalmente tiene razón.
Las verdades a la cara aunque duelan, es una experta en abrir esos ojitos que he tenido tanto tiempo cerrados. No siempre ha sido todo perfecto y aunque ella no se libra, sé que metí la pata muchas veces y siempre hemos salido a flote.
Hoy va por ella. Por mi niña. Y por que quiero despegar y aterrizar con ella, y reventar la tarjeta de memoria. Y sobran más palabras porque ella lo sabe todo.
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