Ay Marea Marea... qué razón tienen... Ya es hora de que alguien grite por todos, ya es hora de que abramos la puta boca... Menudo engaño la idealización de cosas que luego no tienen nada que ver con lo que intentan vendernos... Ni flores, ni joyas... nada de eso puede sacar clavos como los que se aferran a mi como si estuvieran ardiendo... que este tipo de clavos no salen ni haciendo palanca...
Ni lágrimas de cocodrilo, ni besos de Judás... todo eso me lo sé ya de memoria. Ni quiero caras de perro y actitudes a las que les falta algo más que una pizca de sal. Quiero gritarte al oído y destrozarte el tímpano, pero creo que, ni aún así serías capaz de escucharme... Cuando realmente me asusto es cuando vienen a mi mente situaciones algo sádicas y tienes que decirle al diablillo que te come la cabeza que se calle, que tienes mucho que perder. Momentos de ira en los que no te gustaría cruzarte conmigo si fuera capaz de ello, y por no serlo, una recurre al diazepán para conseguir dormir una noche del tirón.
Si es que aveces esto de ser tan buena te acaba pasando factura, y si no, díselo a mi HTA, me cago en la puta, el culpable no se lo merece... en fin, ahora lo siguiente que me espera, es un cuco apartamento en el que voy a desconectar unos días... porque... pues porque me lo merezco coño!
jueves, 3 de diciembre de 2009
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