No sé cómo empezar a hablar sobre esto. Podría decir que la vida es tan efímera e injusta que siempre he dudado de la existencia de un Dios. No sé cómo expresar un sentimiento tan lleno de rabia, es algo extraño que 20 años se fuguen sin apenas haber tenido la oportunidad de disfrutar, que despues de haber estado intubado durante meses y superar un arrebato del corazón, éste no se quede contento y con un segundo asalto quebrante una vida de una manera tan cobarde.
No tengo ni idea de a donde habrá ido a parar toda esa energía que se ha estado consumiendo vorazmente en los últimos meses entre la UCI y las falsas esperanzas, pero me cuesta creer que pueda quedarse en nada.
En fin, sólo espero que la fuga, aunque difícil de creer, haya valido la pena.
jueves, 17 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario